"La princesa y el guisante"
"Erase una vez un principe que quería casarse con una verdadera princesa de sangre real.
Viajó
por todo el mundo buscándola, pero era
mucho más difícil de lo que había supuesto.
Una noche apareció en su castillo una joven que decía ser princesa y se había perdido.
La reina
quería averiguar si la joven era una princesa de verdad.
"Ya sé lo que haré - pensó -. Colocaré un guisante debajo de los muchos edredones y colchones que hay en la cama para ver si lo nota. Si no se da cuenta no será una verdadera princesa. Así podremos demostrar su sensibilidad".
"Ya sé lo que haré - pensó -. Colocaré un guisante debajo de los muchos edredones y colchones que hay en la cama para ver si lo nota. Si no se da cuenta no será una verdadera princesa. Así podremos demostrar su sensibilidad".
-¿Qué
tal has dormido, joven princesa?
- ¡Oh! Terriblemente mal - contestó -. No he dormido en toda la noche. No comprendo qué tenía la cama; Dios sabe lo que sería. Tengo el cuerpo lleno de cardenales. ¡Ha sido horrible!
- ¡Oh! Terriblemente mal - contestó -. No he dormido en toda la noche. No comprendo qué tenía la cama; Dios sabe lo que sería. Tengo el cuerpo lleno de cardenales. ¡Ha sido horrible!
¡Sólo una
verdadera princesa podía ser tan sensible!
Y el principe se casó con ella...
Colorín Colorado, este cuento se ha acabado.
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